Pintaron entre los dos toda la fachada, azul y blanco brillante, la casa les quedó feliz. Su casa sonreía como nunca lo había hecho antes.
Por fin ella lo había encontrado y cambió todo en ella.
¡Vaya cambio! Llegó tarde, pero todos sonreían: hasta la terraza, hasta la gata, hasta las paredes, hasta los vecinos, hasta los colores, hasta las ventanas, hasta el suelo, todo sonreía, como ella había querido siempre que fuera.
Como una parte de mí, que casi puedo tocar en este lado del mar, hay una parte de ti. Cómo podría decir, que no sé cómo explicar, que al otro lado del mar, hay una parte de mí.
"Cuando conoces el amor de tu vida el tiempo se para y es verdad. Lo que no dicen es que cuando vuelve a ponerse en marcha, se mueve aún más rápidamente, para recuperar el tiempo perdido" Big Fish
Espero que el primero de muchos, que intentan aclarar dudas, que intentan poner las cosas en su sitio. Que pueda borrar como la pintura blanca que pasaré por detrás de la puerta. Nadie se enterará por fuera pero si que se verá por dentro, estará reluciente, limpia, en orden, como hacía tiempo que tenía que estar...
Y mientras, nos tomaremos un té de mandarina que nos irá bien....
Cumple lo que dices y entonces TODO tendrá sentido, lo entenderemos y sabremos lo que tenemos que hacer, mientras, seguirá faltando algo en el aire, mientras seguirán faltando palabras, nos faltarán cielos por mirar, nos faltarán canciones por descubrir.
Detalles que se volverán importantes, interesantes, sustanciales, eso será lo que nos cambie.
Quince después sigues. Quince después la vida es diferente. Quince después me gustaría contarte todo lo que tengo que contar. Estás en rincones, en lugares recónditos, en corazones solitarios, en pensamientos lejanos, en recuerdos revividos, en sueños llenos de esperanza, en vínculos invisibles y que poco a poco han ido desapareciendo.
Cambios que ni tu mismo reconocerías, personas que no sabrías el porque de sus acciones, sentimientos sobrepuestos que no existen, mentiras que quién diría que aparecerían, dejamos de lado tantas cosas para empezar de nuevo...
Pasar delante de tres imbéciles, suena tu música bien fuerte y piensas si su educación (la poca que les queda) les permitirá decirte hola. Un simple hola, un simple gesto de educación hacia una persona igual a ellos, a una persona que nunca les ha mirado con asco, a una persona que la educación está por encima de unas cuantas cosas en las que ellos creen.
Les lees los labios, les miras y te fijas en las mirada vacías, pero llenas de un respeto mal creado, de una carencia de educación, de simplificación, de aprecio a lo superficial...Y mírate! Fíjate en lo que eres y lo que fuiste, en lo que no serás, en lo que te falta, en lo que careces, en lo que nunca podrás ser y en los sueños que intentas esconder.
Ser nadie, ser hoy y mañana. No tener NADA, por falta de confianza, por cada mirada de superioridad, hay una carencia de ver el mundo más allá, una falta de educación y un orgullo mal construido. Estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado, y seguir estando equivocados.
A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final.A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito. Es inefable.
Pásate varios años con demasiadas ilusiones sin cicatrizar, y a todos tus sueños les acabará saliendo una arruga. Y como no los vayas revisando y actualizando de tanto en tanto, algún día te verás explicándoles por qué ya no pueden salir a la calle vestidos de marinerito.Pero hoy no quiero hablar de sueños. Sino de sonrisas. Y hay muchísimas maneras de estirar la boca.Para empezar, uno puede sonreír para sí mismo o puede sonreírle a otro.
Se trata de sonrisas completamente distintas, sobre todo porque mientras la primera es por donde se escapan ideas alegres y recuerdos indelebles, la segunda constituye el símbolo universal de la complicidad. En este último caso, muchos aseguran que dedicarle a alguien tus labios puede resultar tan contagioso como un bostezo en el metro.Luego están las sonrisas que enseñan los dientes y las que se hacen las interesantes. Nada que ver las unas con las otras.
Creo recordar haber leído que el ser humano, junto a algunos primates, es el único animal del planeta que no enseña los dientes como señal de defensa o agresividad, sino justamente de todo lo contrario.A partir de ahí, todas las demás.
Sonrisas de idiota y sonrisas de listillo. Sonrisas falsas, sonrisas malignas, sonrisas tímidas, arrogantes, sonrisas payasas y sonrisas desesperadas. Sonrisas que invitan a un primer paso y sonrisas que declinan toda invitación. Sonrisas verticales, horizontales, de medio lado, de medio pelo y hasta en diagonal.El catálogo de sonrisas humanas se complementa con formas de bocas, accidentes faciales y jardines dentales, hasta crear las infinitas combinaciones que en teoría, y sólo en teoría, deberíamos estar presenciando continuamente.
Y es que una variable clave dentro de esta inusual ecuación consiste en el momento en el que decide hacerse presente. Para cualquier otra expresión física, hay que tener muy en cuenta cuándo se manifiesta. Para la sonrisa, no. Da igual la situación en la que te encuentres, una sonrisa bien dibujada siempre te va a ayudar, a ti y seguramente a los demás también. Sí, incluso en un tanatorio, en un accidente y en una ruptura sentimental.
Para terminar, matización importante. No confundirse. Sonreír no tiene nada que ver con reír. Simplemente comparten letras. La sonrisa crece. La risa estalla. La sonrisa calla. La risa berrea. La sonrisa escucha. La risa habla. Pero si se puede sonreír incluso mientras se llora. Con eso está todo dicho.De cualquier modo, si hay algo que realmente me fascina del acto de sonreír es lo mucho que se obtiene frente a lo poco que cuesta. Lo poco que abunda frente a lo gratis que es.